viernes, 11 de septiembre de 2009

tema 7."María"



Tema 5: PREPARAMOS LA NAVIDAD DE MANO DE MARÍA





Mucho antes del Nacimiento de Jesús, Dios, anuncia a través del profeta: “El Señor mismo les va a dar una señal de amistad: Una Virgen concebirá y dará a luz un hijo. Y le pondrán por nombre Emmanuel, Dios con nosotros”
Isaías 7,14.



Y sucedió que muchos años después, un Ángel del Señor se apareció a una jovencita de Galilea:
“Alégrate llena de gracia, el Señor está contigo, No temas”.
Una vez oyó al Ángel, María pregunto: ¿Cómo será esto, si no conozco varón? pero después María respondio: “He aquí la esclava del Señor”

María , se fue a ayudar a su prima, y ésta al recibirla le dijo: “Bendita tú entre las mujeres y bendito el fruto de tu seno “
¿Feliz la que ha creído que se cumplirían las cosas que le fueron dichas de parte del Señor”.

MARÍA NOS LLEVA A JESÚS
Leemos ahora despacio el evangelio de Lucas: 1, 26-57.
recordamos antes que en el prologo dice literalmente que después de investigar va contar a Teófilo las cosas como fueron para que conozca la solidez de las enseñanzas que ha recibido.
La anunciación:
¿Cómo recibe María el anuncio?
¿Qué significa desposada, en este tiempo?
¿Cuál es la actitud de María ante esta noticia?

La Visitación:
¿Cuál es la actitud de María con Isabel?
¿Qué dice Isabel de María?
¿Quién le dice esas verdades a Isabel?.

El Magníficat: (comparación con el canto de Ana, 1 S 2,1-11)
¿Qué es el Magníficat?
¿Qué dos grandes temas vemos en este canto?
* La preferencia de Dios por los pobres y humildes.
*La predilección del pueblo de Israel, como su pueblo, desde la promesa que hizo a Abraham.
María madre de Jesús: En adviento, preparamos la venida de Jesús Niño al mundo y la mejor manera de prepararlo es estar muy unidos a María.
*Porque su Sí, nos trajo la alegría de Dios.
*Porque en ella se realizan las promesas de Dios.
*Porque nos enseña a tratar a su Hijo.
*Porque nos acerca a su Hijo.
La mejor manera de hacer meritos ante Jesús, es imitando a María.
*María es el primer sagrario.
*María es Esposa del Espíritu Santo.
*Es Hija de Dios, como mujer humana y
*Es Madre de Dios, porque es la Madre de Jesús.
Y también es por la acción de Jesús, madre nuestra.
Dios, que pudo elegir a su madre, eligió la mejor, quizás sabiendo también que nos la dejaría como madre nuestra, eligió a la persona que podía acercarnos a todos a El.

María por tanto, es el personaje más importante después de Jesús de todas estas fiestas.
¿Has pensado alguna vez en su papel, en esta historia?
¿Qué cualidades tenía, para que Dios la eligiera?

ORACIÓN:

Cantar a María es una manera íntima, humana, muy nuestra, de cantar a Dios.

Es reconocer que la Redención ha sido completa en nuestra Madre.

Es celebrar que Ella, en cierto modo, nos representa ante el Dios amante de la vida, redentor del hombre y de la historia.

Cantar a María es mirar al mundo con ojos distintos:

Porque la santidad divina purificó completamente una existencia humana.

Porque el sí de la creatura fue genuino y alegre.

Porque el Amor encontró en una joven de Nazaret su morada.

Porque no faltó el vino en Cana y empezaron, para todo el mundo, las bodas del Cordero.

Cantar a María es reconocer la grandeza de Dios.

Porque mira al humilde, porque acoge al débil, porque rechaza al soberbio, porque salva al pecador arrepentido.

Porque quiso ser Niño, porque quiso tener Madre humana, porque empezó a ser Hermano nuestro.

Porque tuvo necesidad de alguien que sufriese, como Mujer, como Mediadora, al lado de la cruz.

Cantar a María es aprender a ser como niños.

Porque necesitamos la paz de su mirada, el calor de su compañía, la ternura de su afecto, la alegría de su sí al Padre.

Porque queremos ser creyentes como Ella, porque necesitamos fiarnos de Dios, porque no nos resulta fácil caminar en las tinieblas, porque necesitamos ayuda para escuchar la voz del Espíritu.

Cantar a María es parte de nuestro caminar cristiano.

No hay Hijo del Hombre sin la Madre. Jesús la quiso, y, en Ella, nos quiso a todos.

También a quien lucha contra el egoísmo, a quien siente difícil la pureza, a quien piensa que es imposible el amor al enemigo.

También a quien se levanta, una y mil veces, tras la caída, para pedir perdón a Dios (un Dios presente a través del sacerdote que repite lo que diría el Hijo: te perdono).

Cantar a María es decir, simplemente, desde el corazón, un gracias a Dios.

Porque en su Madre nos ha amado con locura.

Porque venció así nuestro pecado.

Porque nos abrió el cielo, donde está Ella esperándonos.

Porque nos quiere pequeños, débiles, pero seguros: no hay miedo junto a la Madre.

Sólo hay esperanza, alegría y amor sincero.






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